martes, 3 de marzo de 2009

DE LA FUMIGACIÓN A LA DESAPARICIÓN.

Gritos, llantos, pérdida de nervios… esto es lo que nos encontramos ayer, en la plaza de Hamelin, un pequeño pueblo de la baja Sajonia alemana, en el que ha sucedido algo más que insólito: la desaparición de 15 niños de entre 9 y 11 años.
Según fuentes oficiales los niños salieron hacia la plaza, con un hombre delgaducho y alto, que tocaba una flauta y que vestía un mono de fumigación de la empresa contratada por el ayuntamiento para acabar con las plagas de cucarachas. Después nadie les volvió a ver. Uno de los menores, aquejado de una minusvalía, es el único que ha conseguido escapar de este supuesto secuestrador, debido a que se quedó rezagado. El niño se encuentra declarando en estos momentos en el cuartel general del pueblo.
Testigos afirman haber visto al hombre conducir a los niños a las afueras del pueblo mientras tocaba una flauta.
La policía ha comenzado una investigación, y ya tienen principal sospechoso: un trabajador de la empresa fumigadora el cual lleva desde ayer sin dar señales de vida. Este individuo, de nombre Friedrich Böhl, fue recientemente incorporado a la empresa, tras su larga estancia en un hospital psiquiátrico, debido a sus problemas mentales. Las fuentes apuntan que la desaparición no ha sido una simple coincidencia. Todo se remonta al pasado 25 de Enero, cuando el ayuntamiento dispuso un concurso para elegir la empresa que fumigaría una gran parte de las casas del pueblo aquejadas con plagas de cucarachas. La empresa ganadora (Kerbtier S.L.), acordó con el ayuntamiento cobrar entre 90 y 150 euros por casa en función del tamaño. La operación de desinfección resultó en un primer momento efectiva, pero al cabo de poco tiempo, las cucarachas volvieron a pisar las viviendas. El ayuntamiento se negó a pagar a la empresa contratada, hasta que no se resolviera el problema, mientras que la empresa declaraba que la desinfección se había hecho exitosamente. Ambos emprendieron medidas legales hasta hoy en vigor. Es por esta contienda legal, que los empleados no podrían recibir la remuneración del trabajo realizado hasta aclarar quién debe pagar a quién.
Todo apunta, según la policía, que el hombre, aquejado de problemas mentales, podría haber secuestrado a los niños para llamar la atención y que así, se le remunerasen los servicios prestados.
Mientras tanto, los padres y el resto de vecinos, están organizando búsquedas a lo largo del perímetro, con muchas esperanzas de poder encontrar a los pequeños sanos y salvos.

(noticia inspirada en la historia del Flautista de Hamelín)

2 comentarios:

Alfa dijo...

Joder, esperemos que encuentren a esos niños!!!
"Testigos afirman haber visto al hombre conducir a los niños a las afueras del pueblo mientras tocaba una flauta."

jajajaja

Surrealismo y encima me vienen imágenes......

kaBy dijo...

Me encanta, simplemente me encanta, sobre todo la imagen que evoca con el mono de fumigación y la flauta...
Puede que lo dibuje :)